domingo, 22 de marzo de 2009

Cadena perpetua


El debate se ha abierto y está también en la calle y en las familias. La vicepresidenta del gobierno dice que no es constitucional y los penalistas están divididos sobre la oportunidad de una pena de este tipo. Los problemas aparecen porque la pena tiene una finalidad resocializadora en nuestro sistema constitucional. Pero esta finalidad no tiene porqué desaparecer en un sistema de revisión que compruebe que la resocialización se ha producido. Dejo aquí un comentario sobre este tema de una profesora de la Facultad, publicado recientemente en la prensas local, para que sirva de base del debate.

2 comentarios:

jc navarro dijo...

Cierto es que este es un tema controvertido debido a su propia naturaleza, ya que España es un país muy garantista con respecto a los Derechos Fundamentales de las personas y en el presupuesto que una persona pueda quedar confinada para siempre, o con condena superior a los 30 años de reclusión, en prisión sin posibilidad de remisión, no casa bien con estos Derechos. También podrá ser este un punto a tratar en la futura reforma constitucional, puesto que si se acepta la cadena perpetua, el fundamento de la pena variará de resocialización al de castigo.

Me parece interesante y oportuna la imagen que ilustra el título de este artículo, ya que se trata de la película del mismo nombre "cadena perpetua". No se si quien me lee ha tenido el placer de poder verla, en ella se realiza una crítica tanto al sistema penitenciario norteamericano como a la eficacia que este tipo de condena tiene para la resocialización de los presos.
Se habla de la "institucionalización de presos", quiere decir que en reclusiones superiores a 40 años, el preso no sabe ya vivir de otra forma que no sea dentro de la prisión y cuando le conceden, después de tantos años, la libertad condicional se produce un desfase tal, entre la sociedad que el preso dejó al igresar en prisión y la sociedad que se encuentra al salir de ella, que dichos presos entán abocados tanto a cometer un nuevo delito para volver a ingresar en prisión como a quitarse la vida para dejar de sentir el miedo que le produce la nueva realidad con la que deberían de convivir.
Asi que la cadena perpetua o condena de larga duración revisable, plantea en mi opinión varias dificultades:
Un gasto económico a largo plazo para el Estado y que no revierte al mismo puesto que se trata de personas improductivas.
No garantiza la resocialización de los presos, es más incluso puede llegar a ser contraproducente.
Revisión del fundamento de la pena, porque pasaría de rehabilitadora a castigadora.
Yo pienso que tratandose de un problema de conducta, la comisión de actos delictivos, la solución pasa por la educación, es decir, el dinero que el Estado se pueda gastar en presos con cadena perpetua que los invierta en educar a la sociedad.

mzc dijo...

Sobre este tema, y a mi juicio, no creo que haya ningún problema en aceptar la constitucionalidad de la cadena perpetua en nuestra legislación, siempre y cuando pueda ser anulada en caso de completa recuperación del penado para la sociedad.

De hecho, creo que España mayoritariamente la está pidiendo. Y como yo creo que las leyes están hechas por las personas para las personas, si se pide, se debe tener en cuenta.

Y si bien Juan Carlos plantea una serie de problemas con respecto a ella, a mí me gustaría puntualizar sobre alguna ventaja:

-No se tendría la sensación en la sociedad de que nuestra justicia es ilógica y esperpéntica, ya que puede condenar a 300 años de cárcel, pero solo se cumplirán 35 como máximo. (prevención general).

-Se ahorraría la puesta en libertad de personas que no están resocializadas, y de las que se tiene una seguridad rayana en la certeza de que volverán a delinquir, con la consiguiente alarma social que ello genera (véase el caso del violador del Eixample como ejemplo).

-Y si bien como dices, el Estado ha de gastarse ese dinero en educación, no se puede dejar de ver a los problemas y realidades sociales que existen ya. Esa educación será para prevenir en un futuro, pero no se puede olvidar el problema actual, del presente.

He de decir que el sistema penal español me parece demasiado blando. Me explico. Al acabar la dictadura, se legisló de una manera tal que fuese impensable ciertos abuso que hubo en su día, pero hemos llegado a un punto de idiotización mayúscula. Nos hemos pasado de un extremo a otro.

Antes (sirva esto como ejemplo), Si llegabas a casa y decias que el profesor te había pegado, tu padre te volvía a pegar, porque el profesor era un semidios, y algo habrías hecho para mosquearlo. Hoy, a una madre que le de un tortazo a su hijo porque le ha tirado una zapatilla y la increpa a grito pelado que no va al colegio ni va a hacer los deberes, le caen 2 meses de prisión (menos mal que al final la han indultado, que si no seríamos el hazmereir de todo el mundo).

Y con el tema de las penas es igual. Defendemos tanto la función resocializadora de la pena y abnegamos tanto del castigo, que nuestra justicia se comporta absurdamente. No olvidemos que la justicia está para servir a la sociedad, y no la sociedad la que ha de estar sometida por ésta.

Sólo creo que ha de haber un poco de lógica. Y para mí, la cadena perpetua con posibilidad de remisión me parece lógica. Siempre que los delitos que lleve aparejados sean de importancia semejante.