miércoles, 11 de febrero de 2009

¿Tienen los jueces derecho a la huelga?


El determinar si los jueces tienen derecho a huelga o no es una cuestión polémica que se lleva debatiendo durante años en el seno de la Carrera Judicial. Las opiniones entre los juristas son diversas. El Consejo General del Poder Judicial ha dicho que no existe cobertura legal para la huelga de los jueces, por tanto, la ley no regula este derecho para los miembros de la judicatura. Sin embargo, mientras que ni la Ley Orgánica del Poder Judicial ni el Real Decreto de 1977 (encargado de regular este derecho) se pronuncian sobre si los jueces gozan del mismo, la Constitución enuncia que la huelga es un derecho fundamental para todos los trabajadores españoles.

La ley no puede regular este derecho porque no existe dicha ley. Otra cosa es si una ley que impidiera a los jueces ejercer este derecho, como ocurre con otros colectivos, sería constitucional.

En “El portal de la Constitución” se puede encontrar toda la legislación sobre el tema.

2 comentarios:

jc navarro dijo...

Los jueces, ¿tienen derecho a la huelga? Yo digo no.
La huelga es un mecanismo, reconocido constitucionalmente, que tienen los trabajadores para protestar cuando pueden verse mermados sus derechos tanto en el medio empresarial como en el gubernamental (reformas laborales, etc). Para la mejora de sus derechos laborales estan los convenios colectivos y otros medios.
La judicatura no forma parte de este entorno, un juez no se contrata ni se emplea, un juez se erige y de esto tienen que ser conscientes, es decir, del puesto y cargo que ocupan como un Poder del Estado.
En el acuerdo adoptado por el pleno del CGPJ de 9 de febrero se desestima la convocatoria de huelga hecha por los jueces, puesto que no hay base legal para ello. Lo curioso es que el órgano de gobierno de jueces y magistrados no adopta ninguna medida sancionatoria para quienes la secunden, puesto que sería una ausencia injustificada, da una de cal y otra de arena. Esto parece el ejercito de Pancho Villa.

mzc dijo...

Hay que recordar que los jueces son unos ciudadanos más, con los mismos derechos que nosotros. Y que su trabajo (porque es eso, un trabajo y no un don del espíritu santo) es un trabajo más. Encargado de regular y velar por otros, sí, pero un trabajo.
Y para mí, si que existe una ley que regula el derecho de los jueces a huelga. Y no es ni más ni menos que el art. 28.2 de la Carta Magna: "Se reconoce el derecho a la huelga de los trabajadores para la defensa de sus intereses". Y la defensa d sus interese deberían de ser los nuestros.

Por otro lado, en la LOPJ no se prohibe el derecho a huelga de los jueces y magistrados explícitamente, y por lo tanto, no niega ese derecho.
Hemos de comprender que los jueces mayoritariamente piden mejoras en el sistema judicial, y eso nos beneficiaría a todos.

Ahora bien ¿es lícita o justa esa huelga? Claramente no. Y no me parece que en ningún estado de derecho eso pudiera existir. Pero el problema es que nos encontramos ante una laguna legal, y en estos momentos, de gran envergadura.
Nadie pensó que en un estado de derecho algun juez pudiera pretender esa huelga, eso es un fallo de previsión.
También es cierto que el gobierno nunca deberia haber dejado que las cosas llegasen a esta situación, del todo rídicula e inadmisible. Y patética. Que no hay más que pasarse por un juzgado para descubrir las pulgas, la roña y el caos.
No soy partidario de la supuesta huelga. Y me parece que cualquier juez que secunde esta huelga no debería de haber sido nunca juez, pero no encuentro un motivo legal para negarla (espero que después de esto a alguna cabeza clarividente se le ocurra legislar sobre este caso en concreto para ahorrarnos futuras lagunas y quebraderos de cabeza).

Quizás el origen de esta controversia radique en la forma y en los motivos que la iniciaron, a saber, la rídicula sanción al juez Tirado, la indignación ciudana por ello, y el contraaque de este juez pidiendo dignidad por su oficio (dignidad la suya, jeje).

Será muy interesante ver cómo acaba esto, ya que ni los mismos jueces, órgano de gobierno incluido, parece ser que adopten el espíritu de Fuenteovejuna.