jueves, 22 de enero de 2009

El Estado residual


Aunque suponga un “volver de nuevo” al Estado autonómico, después del paréntesis Obama, me gustaría considerar las palabras que pronunció recientemente el presidente Aznar en su discurso de investidura como Doctor Honoris Causa por una Universidad española, en lo que hacen referencia al modelo autonómico español y la crisis por la que atraviesa.

En el análisis que hace se dice, entre otras cosas : se ha instalado entre nosotros la errónea creencia de que la relación entre el Estado y las Comunidades Au­tónomas es un ejercicio de suma cero que debe ir en una sola dirección, como si todo lo que pierde el Estado lo ganaran las Comunidades Autónomas. En parte estoy de acuerdo con esta afirmación, pero corregiría el pensar que las Comunidades Autónomas no son Estado. Creo que el propio autor se rectifica así mismo cuando sigue diciendo que estamos en el absurdo de pensar que mientras el todo se empobrece las partes pueden hacerse más ricas. Esto es, si las partes son más ricas, es más rico el todo, porque el todo lo forman las partes. No pretendo hacer un trabalenguas, pero es lo que hemos explicado siempre diciendo que si a España le quitamos las Comunidades Autónomas, ¿dónde está España? Y creo que también es cierto que hemos pasado de reconocer la pluralidad a cuestionar lo común, lo que pasa, claro, es que hay problemas a la hora de determinar qué es lo común.

Para no alargarme, aunque hay otros aspectos que se podrían comentar, dejo sobre la mesa otra afirmación, con la que se puede estar de acuerdo pero, sobre la que me parece que se puede discutir; es la que mantiene que la centrifugación del Estado no es una consecuencia del modelo autonómico. Es el resultado de la desleal­tad. Como desleal es aprovecharse de la flexibilidad del modelo para forzar su colapso. La apertura del modelo autonómico no debe comprometer la viabilidad del Estado. El modelo es flexible para que funcione, no para que colapse. ¿Han sido desleales las Comunidades Autónomas a la Constitución? o ¿se han aprovechado de la apertura del orden constitucional par ir en contra del espíritu de la Constitución? ¿Sería lícito hacer esto?

2 comentarios:

jc navarro dijo...

De estas palabras del Sr. Aznar se desprende la idea que él tiene del Estado Autonómico y no es otra que: las CCAA son para el Estado lo que las provincias para las CCAA,osea nada.
Cuando dice que "la apertura del modelo autonómico no debe comprometer la viabilidad del Estado", habría que preguntarse si tal apertura no esta viciada de origen, cuando los constituyentes establecieron dos formas para acceder a la autonomia. Así han existido comunidades con la creencia de ser más que las demás y comunidades que no puden ser menos que las demás, para mí esto si constituye una deslealtad.
Los poderes del Estado no se han preocupado, desde el comienzo de nuestra andadura autonomica, de fomentar las relaciones multilaterales intergubernamentales, asi como las relaciones transversales entre CCAA. Sin embargo han apostado, y aquí todos los gobiernos son culpables, por las bilaterales, provocando mayores diferencias entre unas y otras. Compensando estas diferencias con los fondos de suficiencia, dando lugar a que comunidades que producen menos reciban más dinero para los servicios de sus ciudadanos, que aquellas comunidades que producen más, poniendo éstas el grito en el cielo. Y esto no es deslealtad, me pregunto.
Si el sistema de financiación autonómica se hubiese consensuado entre todas las CCAA, excepto las que tienen concierto económico, ¿no hubiese redundado esto en una mayor unidad del Estado?
Hablar de deslealtad y no hablar del Senado como Cámara de representacion territorial o de una Conferencia de Presidentes sin el Presidente del Gobierno, es hablar por hablar.
El Estado se ha de seguir construyendo desde el consenso, en cualquier tipo de cuestión, de las CCAA, si no al final nos quedará "un Estado residuaL".

mzc dijo...

Que Dios me asista y perdone por lo que voy a decir, pero en una parte estoy de acuerdo con el Sr.Ansar.
Hoy por hoy, se hace más hincapié en las diferencias de cada comunidad que en las similitudes. Creo que en cierto aspecto, nos estamos volviendo idiotizados con la autonomía de las Autonomías. Tanto buscamos la pretendida autonomía que hacemos y decimos barbaridades en loor de ella. Y es cierto (a mi entender)que se piensa que quitando al estado ganan las CCAA.
Eso no es el Estado Autonómico, eso es ser un autonomista fundamentalista. Hay que luchar por una mayor autonomia, pero también hay que hacerlo por un Estado Central mas fuerte.

Me avergüenza decir esto, pero deberíamos tener un poco del patriotismo (estúpido y exagerado por otra parte) de mis odiados USA. Ellos luchan con fiereza por la autonomía de sus Estados, por superar al Estado de al lado. Pero también tienen muy claro que son USA (Born in USA, que diría el Boss), y se parten la cara con cualquiera que menosprecie su unidad.

Por otro lado, también he de darte la razón, Juan Carlos. Para el señor Ansar las autonomías ni siquiera existen. Son un grano en los glúteos. O en el perineo, para los que no sabemos de anatomía tanto da.
Tampoco es eso lo que buscamos, un Estado Central omnipresente y omnipotente.
Y por eso tienes razón. No se han fomentado las relaciones laterales entre distintas CCAA, se han fomentado las bilaterales. Y aquellas CCAA que fueron más problemáticas, que pidieron más, en definitiva, las que supieron negociar mejor, hoy se creen superiores a otras. Pero no podemos caer en el error y pedir todas lo mismo que ellas porque no será así como progresemos.

Consenso sí, claro. Pero, ¿sobre qué? Porque la única solución factible y a corto plazo que yo veo es que se empieze de cero y se hagan bien las cosas, sin vicios.

Pero eso sabemos que es imposible.



Ahora me gustaría proponer un tema para próximas entregas. La sentencia del TS en contra del derecho a objeción a la asignatura "educación para la ciudadanía". Aún no he leido la sentencia pero creo que el tema interesante. No obstante, no creo que la polémica esté zanjada, ya que supongo que se recurrirá ante el TC dicha sentencia por vulneración del art. 16 CE, y seguramente, algún otro como el 20 c relativo a la libertad de cátedra.